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Reducción y prevención de la ansiedad

Durante el último año hemos experimentado en todos los hogares del mundo un estilo de vida que en nada se parece a lo que 2019 nos trajo. La pandemia provocada por el coronavirus hizo su aparición y con él unas secuelas físicas y psicológicas con las que batallamos a día de hoy. La ansiedad ha podido posarse en nuestras vidas, y una vez dentro debemos conocer las mejores estrategias para no permitirle tomar el control.

La ansiedad es, en palabras de la Real Academia Española (RAE) un “estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo“. Así como “la angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos“. En otras palabras, es una reacción emocional y psicológica ante una amenaza externa que bien puede derivar en un problema clínico de gravedad. Para conocerla mejor hay que conocer sus síntomas y reconocerla. Entre sus manifestaciones podemos ver:

  • Miedo o pánico extremo.
  • Sudoración y escalofríos.
  • Sensación de ahogo, con respiración rápida.
  • Opresión en el pecho.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Mareo.

Ante la presencia de varios de estos síntomas podríamos estar ante una crisis de ansiedad. En este caso debemos intentar mantener la calma, y realizar una respiración profunda y continúa buscando que baje el ritmo cardíaco con el objetivo de recuperar el control de la situación. Si estos síntomas se producen de manera prolongada en el tiempo debemos dejar en manos de un profesional de la psiquiatría.

Respirar bien: una cuestión de práctica.

Como hemos comentado, la respiración en una crisis de ansiedad nos puede ayudar de forma determinante a pasar el mal trago. Existen diferentes tipos de respiración que ante una situación de emergencia en un momento puntual pueden sernos de gran utilidad. Conocer estas técnicas también puede sernos de utilidad durante la realización de actividad física.

  • Respiración abdominal. Con un mano en tu pecho y otra en la barriga inhala profundamente por la nariz, asegurándote que el diafragma baja (hinchando la barriga).

  • Respiración alterada. Viene directamente del Yoga y consiste en colocar tu mano poniendo el pulgar derecho en la fosa nasal derecha e inhala a través de la fosa nasal izquierda. Una vez haya inhalado tu máximo, tapa la fosa nasal izquierda con el anular y el meñique y libera la derecha, luego exhala a través de la fosa nasal derecha.

  • Respiración Energizarte. También procede del Yoga y busca una inhalación larga y lenta, expandiendo el diafragma, para a continuación exhalar de forma rápida contrayendo el diafragma.

 

Búsquedas de la calma y reducción de la ansiedad.

Ante el estrés diario y las amenazas externas podemos incrementar nuestra salud mental y física y abarcar varias problemáticas en un mismo listado de actividades y acciones. Esto son algunos de las acciones que podemos realizar para cuidarnos por fuera y dentro; y conseguir vencer a la ansiedad.

El sentido del humor juega un papel interesante en el remedio contra la ansiedad y ver el lado cómico de la situación se convierte en un auténtico ejercicio anti-ansiedad. Por otro lado, los animales y la compañía que nos hacen son definitivamente un arma para luchar contra esta problemática, además de convertirse en un miembro más de la familia y un motivo de alegría en el día a día.

La meditación fortalece la concentración y la relajación de cuerpo y mente y el ejercicio físico cuenta con innumerables beneficios entre los que se incluye un aumento del estado de la felicidad y un sueño más reparador entre otros. Por último, la alimentación. Una vida saludable nos mantiene alerta, activos, positivos en algunos casos y más predispuestos a luchar para sentirnos bien por dentro y por fuera.

Recuerda que la ansiedad puede producirse de manera puntual en una situación extrema o continuamente. En este segundo caso es importante quedar en manos de un profesional de la psiquiatría que nos ayude a superar el problema con un diagnóstico y una terapia adaptada a las necesidades del paciente.